18 noviembre, 2010

Gracias

He decidido dar por terminado este blog y borrar el contenido de él, porque está muy lejos de su propósito inicial, pero no sin antes darles las gracias a todos los que lo siguieron, se preocuparon por nosotros y nos dieron ánimo y palabras de aliento todo este tiempo.

A los padres de niños con Síndrome de Williams, les digo que nuestro caso fue muy difícil, y vivimos muchos momentos tristes y de desesperanza, pero aún así, me quedo con tooodo lo bueno de Franco, con toda su dulzura, su enorme sonrisa, su voz tierna, sus abrazos y toda mi admiración de todo lo que un bebé tan pequeño tuvo que soportar, y aún así puedo asegurar que al final era un niño feliz.

Y si regresara el tiempo, elegiría volverlo a tener conmigo, en mis brazos, en mi vida con todo y esos días negros, no cambiaría nada, lo amé así tal cual fue, y me sentí tan orgullosa de todos sus logros.

Amen mucho a sus hijos, que solo el amor de su familia puede hacerlos lograr lo inimaginable.

Gracias otra vez por todo.

29 junio, 2010

Mi sol


Les comparto una de las últimas fotos de Franco, así era él, esta foto me encanta por toda la paz que transmite en ella. Fué sacada un par de días antes de la operación.

23 junio, 2010

La despedida

Franco esta es mi carta para ti.

No sé por donde empezar... me diste tanto en tan poco tiempo, la vida te arrancó de mi muy rápido...
pero aprendí tanto de ti.

Hoy me duele tanto despedirme y sólo quiero darte gracias... gracias mi chiquito.

Gracias por enseñarme a amar a alguien hasta los huesos, sin importar nada.
Gracias por enseñarme a levantar la cara.
Gracias por tanta ternura.
Gracias por darme tantas sonrisas, aún teniendo una vida tan complicada.
Gracias por enseñarme que las horas de espera y los días difíciles valen la pena por unos minutos a tu lado.
Gracias por hacerme un mejor ser humano.
Gracias por demostrarme lo que es luchar, tu sí que lo hiciste, lograste muchas cosas.
Gracias por enseñarme lo que es la fortaleza interna.
Gracias por la alegría con la que me recibías todas las mañanas.
Gracias por tus abrazos y caricias.
Gracias por la inmensa felicidad y satisfacciones que nos diste.
Gracias por ser el sol que me ilumina cada día.

Espero haber sido la madre que necesitabas y no haberte fallado.

Algún día nos volveremos a ver mi bebé, mientras me quedo con tus horas felices y tus juegos, tus risas, todo tu amor, tu recuerdo a carne viva y tus ganas de luchar.

Eres la lección más grande de mi vida. Te amo

Gracias!

La Oración de San Agustín

¡Si conocieras el amor de Dios y lo que es el Cielo!
¡Si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos!
¡Si por un instante pudieras contemplar, como yo,
la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen!
Me has amado en el país de las sombras,
¡y no te resignas a verme en el de las eternas realidades!
Créeme, cuando llegue el día que Dios ha fijado y tú alma venga a este cielo,
en que te ha precedido la mía, me encontrarás transfigurado
y feliz, no esperando la muerte, sino avanzando contigo por los senderos de la luz.
Morirse no es nada importante... sólo me he ido al cuarto de al lado.
Pero yo sigo siendo yo, igual que tú sigues siendo tú.
Seguimos siendo lo que éramos el uno para el otro.
Sigue llamándome con el nombre de siempre,
háblame igual que lo hacías antes,
no emplees un tono diferente,
ni más solemne ni más triste.
Sigue riendo con lo que nos hacía reír juntos.
Reza, sonríe, piensa en mí, reza conmigo,
que mi nombre se oiga en casa igual que siempre,
sin énfasis ni temor alguno.
¿Por qué tendría que estar yo lejos de tus pensamientos?
¿Simplemente porque tus ojos no me ven?
No, estoy lejos, sólo estoy al otro lado del camino.
Todo va bien.
Enjuga, tu llanto, y no llores.

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